El Evangelio de Mateo cuenta que el Rey Herodes dio la orden de matar a todos los niños de Belén por temor a que allí hubiese nacido el mesías, es decir el legítimo rey de la dinastía de David. No tenemos otros registros históricos de la Masacre de los Inocentes, pero encaja con lo que sabemos a partir de otras fuentes acerca de la personalidad de Herodes el Grande y sus acciones. Herodes no dudaba en matar a cualquiera que pudiera significar una amenaza a su poder, incluidos varios miembros de su familia. Ni siquiera sus hijos estaban a salvo, el César Augusto decía que es más seguro ser el cerdo de Herodes que uno de sus hijos (al cerdo no lo mataría porque no es kasher y como judío no lo comería).
Recordemos
que Herodes no era descendiente del Rey David y por lo tanto no podía ser el
rey legítimo. Tampoco descendía de los hasmoneos, una familia de
sacerdotes judíos que lideró la rebelión contra el imperio griego-seléucida a
partir del año 167 a.C. Los hasmoneos - también llamados macabeos -
tampoco descendían de David y Salomón, pero contaban con prestigio y apoyo
popular. Los líderes hasmoneos tardaron varias generaciones en atreverse a
ostentar el título de Rey, al principio se conformaban con el cargo de Sumo
Sacerdote y otros títulos honoríficos. Fue Juan Hircano I (134 -104
aC), quien anexó a sus dominios el territorio de Idumea (centro-sur de Israel
actual) y convirtió a sus habitantes al judaísmo por la fuerza, entre ellos a
la familia de Herodes.
Herodes el Grande es conocido por dos cosas: los grandes edificios que construyó y la gran cantidad de gente que mató. Según el Evangelio de Mateo, mandó a matar a todos los niños de Belén por miedo a que allí hubiese nacido el mesías, el legítimo rey.
Según Falvio Josefo, Herodes mandó a matar a una de
sus esposas y dos de sus hijos, también por miedo a que intentaran quitarle el
trono. Se decía que era más seguro ser el cerdo de Herodes que ser su hijo (a
los cerdos no los mataría porque no son kasher y como judío no los comería).
Pero al parecer, incluso un hombre tan sanguinario como Herodes amaba a su
mamá.
Herodes fue
designado rey por los romanos, para la mayoría de los judíos no era más que un
usurpador. Para intentar dar legitimidad a su corona, contrajo matrimonio con
Miriam de la familia de los hasmoneos. Pero la unión con los hasmoneos era un
arma de doble filo, Herodes temía que algún miembro de la familia intentara
reemplazarlo, así que fue eliminándolos uno por uno.
¿A cuántos de sus propios familiares mató Herodes?
Aquí una
lista de los familiares que Herodes mató, hasmoneos en su mayoría:
-Aristóbulo
III, hermano de Miriam. El pueblo apenas soportaba a Herodes como
rey, no habría consentido que se apropiase también del cargo de Sumo Sacerdote,
otro foco de poder, que en teoría debía ocupar un descendiente de Aharón,
hermano de Moisés. Herodes tenía que conformarse con acomodar a alguien que le
fuera fiel. En el 35 a.C. Herodes sucumbió a la presión y otorgó el cargo a su
joven cuñado Aristóbulo, que tenía sólo 17 años. Aristóbulo fue muy aclamado,
el pueblo estaba feliz de ver a un hasmoneo de nuevo en el puesto.
Herodes
temió que la popularidad de Aristóbulo sirviera a los hasmoneos para reclamar
también el trono. Al poco tiempo de su nobramiento, Aristóbulo fue ahogado
mientras nadaba en la piscina del palacio de Jericó. Herodes fingió pena y le
organizó un magnífico funeral.
-Juan
Hircano II, abuelo de Miriam. Había gobernado bajo los romanos del 63 al 40
a.C. Su sobrino Matatías Antígono lo
depuso con ayuda del Imperio Parto, el gran enemigo de Roma. También le cortó
la oreja, para que no pudiera volver a ocupar el cargo de Sumo Sacerdote, que
según las leyes judías no podía ocupar alguien que tuviera defectos físicos. Y
así Juan Hircano II se fue al exilio con una oreja menos.
Herodes,
por entonces gobernador de Galilea bajo Juan Hircano II, huyó a Roma. Regresó
con tropas romanas, se casó con Miriam, derrotó a Matatías Antígono y accedió
al trono en el 37 aC. Herodes también negoció con los partos el regreso a Judea
del desorejado. Pero años más tarde en el 31 aC. lo mandó matar. Lo acusó de
conspirar con el rey de los nabateos, contra quien Herodes estaba en guerra.
Pero el verdadero motivo era el miedo a que César Augusto buscara reemplazante para Herodes. Juan Hircano
II hubiera sido un buen candidato, considerando que ya había gobernado antes
bajo auspicio romano. Ese mismo año, Augusto había derrotado a Marco Antonio en
la Batalla de Actium.
Herodes, cuyo poder había dependido hasta entonces de Marco Antonio, temía los
cambios que pudiera implementar César Augusto. Al final el emperador confirmó a
Herodes en el cargo e incluso le otorgó más territorios.
-Miriam. A Herodes
le llegaron rumores que su esposa le había sido infiel. Cuando Herodes viajaba
a encontrarse con Augusto, para recibir el veredicto del César sobre la
continuación de su reinado, su mujer se acostaba con otro. A su regreso la
envió a juicio y fue condenada a muerte.
-Alexandra, madre de
Miriam. Era su suegra.
-Alexander y Aristóbulo,
hijos de Herodes y Miriam. Acusados de conspirar para deponer y asesinar a su
padre. Difícil saber si la acusación era producto de la paranoia de Herodes o
había algo de cierto en ella. No les faltaban motivos para odiarlo,
considerando que para entonces Herodes ya les había matado a la madre (Miriam),
la abuela (Alexandra), el bisabuelo (Juan Hircano II) y el tío (Aristóbulo
III). Además Herodes había nombrado como principal heredero a Antípatro, hijo
primogénito de Herodes con una mujer que tuvo antes de Miriam. Alexander y
Aristóbulo consideraban que la herencia les correspondía a ellos, por ser mitad
hasmoneos.
-Antípatro, hijo
primogénito de Herodes. Acusado de conspirar para asesinar a su padre, junto
con su tío Feroras, hermano de Herodes. Herodes no pudo matar también a su
hermano Feroras, porque la supuesta conspiración fue descubierta cuando Feroras
ya estaba muerto.
-Costóbaro, cuñado de
Heródes, casado con su hermana Salomé. También de orígen idumeo como el propio
Herodes, había sido desginado gobernador de Idumea. Acusado de intentar
independizar Idumea del reino de Herodes.
Herodes, aliado de los romanos: En el año 40 aC., cuando Herodes aún no era más que el gobernador de Galilea, la región fue invadida por los partos. El Imperio Parto, enemigo acérrimo del Imperio Romano, provenía de Persia, actualmente Irán. Herodes era aliado de los romanos y tuvo que huir con su familia. Junto a una colina cercana a Belén se desató una batalla con sus perseguidores, de la que Herodes salió victorioso, pero en medio de la lucha volcó el carro en el que iba su madre. Herodes temió haber quedado huérfano, hasta que vio que su amada madre estaba ilesa. Luego continuó su huida y llegó hasta Roma. Tres años más tarde, en el 37 aC., regresó con tropas romanas, derrotó a los partos y fue coronado rey
La colina-montaña artificial que Herodes mandó construir: Aquella colina, donde Herodes casi había perdido
a su madre, cobró para él un valor especial. Durante su reinado, Herodes “el gran constructor” levantó
grandes ciudades, puertos, templos, teatros, además de una docena de fortalezas
y palacios a lo largo y ancho del reino. Pero fue precisamente en aquella
colina donde construyó la única fortaleza que llevaría su nombre: Herodión.
Y fue también allí donde decidió ser sepultado. Para que el sitio se
transformara en un gran monumento a su persona, mandó tapar la fortaleza con
toneladas de tierra, cambiando la forma de la montaña en una especie de cono
cortado, parecido a un volcán, que se distingue con facilidad a la distancia. A
mitad de la montaña erigió un magnífico mausoleo.
Herodes enterrado en el Herodión: Herodes murió y fue enterrado en el año 4 aC. Siete décadas más tarde, en el 66 dC, estalló la Gran Rebelión de los judíos contra Roma. En el año 70 dC, los romanos tomaron la ciudad de Jerusalén y destruyeron el Templo, otra de las grandes obras de Herodes. Después de la destrucción de Jerusalén, aún quedaban unos pocos focos de rebeldes judíos atrincherados en fortalezas herodianas, incluyendo Herodión y Masada. Al igual que en la más famosa Masada, también en Herodión los rebeldes construyeron una sinagoga, una de las sinagogas más antiguas del mundo cuyos restos se pueden ver hasta el día de hoy. Aunque se sirvieron de sus fortificaciones, cabe suponer que los rebeldes no sentían simpatía por el difunto Herodes, lo consideraban servidor de los romanos, opresor del pueblo y usurpador del trono. Tal vez expresaron su desprecio destruyendo el mausoleo y desechando sus huesos. Finalmente los romanos también tomaron Herodión en el año 71 dC, al parecer sin demasiada dificultad, sin necesidad de un sitio prolongado y un gran operativo militar como el que aplicarían luego en Masada.
La Gran
Rebelión fue derrotada, pero el descontento de los judíos ante el dominio
romano subsistió. Cuando el Emperador Adriano decidió
transformar a Jerusalén en una ciudad pagana y construir un templo a Júpiter
sobre las ruinas del Templo de Jerusalén, estalló la Rebelión de Bar
Kojba. Los judíos lucharon lo que hoy llamaríamos una guerra de guerrillas.
Bar Kojba, el líder de la rebelión, sabía que no se podía derrotar al poderoso
ejército romano en un enfrentamiento frontal. Los rebeldes se escondían en
cuevas y pasadizos subterráneos, de allí salían a atacar a los romanos por
sorpresa y volvían a ocultarse. En Herodión se pueden visitar impresionantes
túneles y pasajes ocultos, excavados para este fin. Así resistieron durante
tres años, del 132 al 135 dC, hasta que los romanos vencieron otra vez.
El Herodión quedó abandonado casi por completo hasta la época
moderna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario