lunes, 22 de febrero de 2021

- La tumba vacía en Jerusalén

 «Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. Este fue a Pilatos y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. 

Y tomando José de Arimatea el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. 
Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.

Dos tumbas del siglo I en Jerusalén, con la piedra redonda de la entrada
»Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.

»Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve

Y de miedo de él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.»

           La gran cúpula en el lugar del sepulcro vació. Basilica del Santo Sepulcro de Jerusalén

El lugar de la Resurrección:


           El jardin donde estaba el Calvario y la tumba vacía de Jesús. Foto de la Maqueta de                     Jerusalén, año 69, antes de la destrucción del Templo. Museo de Israel.
Esquema de la cantera lugar de la Crucifixión y Sepultura de Jesús, y encima donde los romanos edificaron su templo pagano a Venus.
















- Viernes Santo

Viernes Santo, a primera hora de la mañana: llevado ante Pilato en la Fortaleza Antonia



Los primeros peregrinos a Jerusalén generalmente identificaron el pretorio con la Fortaleza Antonia, donde empieza el Viacrucis tradicional conocido como Vía Dolorosa. La evidencia arqueológica, la cual data los restos de la fortaleza en el siglo II d.C., así como la situación tirante que requería a Pilato estar cerca del Segundo Templo como centro de actividad de la Pascua, apoya la ubicación del Palacio de Herodes.  



De las tres acusaciones llevadas por los dirigentes judíos (pervertir la nación, prohibir el pago de tributo, y sedición contra el Imperio romano), Pilato escoge la tercera, preguntando: Eres el Rey de los Judíos? Jesús responde con Tú lo dices. Después la audiencia continúa, y Pilato finalmente pregunta a Jesús ¿Qué es la verdad? Mateo 27, 11 Marcos 15, 2  Lucas 23, 3  Juan 18,33-38.



Volviendo a salir, Pilato públicamente declara que encuentra a Jesús inocente de los cargos, pero la multitud todavía insiste en pedir la pena capital. La regla universal del Imperio Romano limitaba la pena capital estrictamente al tribunal del gobernador Romano y Pilato decidió públicamente lavar sus manos, una forma de decir que no se hacía responsable de la muerte de Jesús.​ No obstante, puesto que sólo la autoridad romana podía ordenar la crucifixión y puesto que la pena fue llevada a cabo por soldados romanos, Pilato fue responsable de la muerte de Jesús.

La Flagelación:

Entonces Pilato se hizo cargo de Jesús y lo mandó azotar. Los soldados entrelazaron  una corona de espinos y se la pusieron en la cabeza; lo revistieron con un manto púrpura, y acercándose  a él le decían: “¡Salve Rey de los judíos!”. Y le daban un bofetón. Salió otra vez Pilato afuera y les dijo: “Mirad, os lo saco para que sepáis que no encuentro culpa alguna en él”. Salió, pues, Jesús afuera, con la corona de espinos y el manto púrpura. Pilato les dice: “Aquí tenéis al hombre”.

Cuando los sumos sacerdotes y los guardias lo vieron, gritaron: “¡Crucifícalo, crucifícalo!”. Les dice Pilato: “Tomadlo vosotros y crucificadlo, que yo no encuentro culpa en él.” Le replicaron los judíos: “Nosotros tenemos una ley y según esa ley debe morir porque se ha hecho hijo de Dios”.


La flagelación (del latín flagellum, "látigo") es el acto de golpear metódicamente el cuerpo humano con implementos especiales como flagelos, látigos, correas, varas, cuerdas..




La coronación de espinas:

“Los azotes de los soldados romanos y la colocación de la corona de espinas le provocaron “dolor intenso y un miedo que potenció ese dolor”, detalla el experto. Y se agregó “un cuadro de deshidratación, pérdida de sangre y líquidos”, lo que provocó “una disminución de la presión arterial y taquicardia”, cóctel que derivó en un “shock”...
La Iglesia de la Flagelación es una iglesia católica y un lugar de peregrinación cristiana ubicado en el barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén.. allí se encuentra el Convento Franciscano y el Centro de Estudios Biblicos de la Custodia Franciscana en Tierra Santa.

En el suelo enlosado (interior iglesia de la Flagelación) del tiempo de Jesús, quedó grabado este juego de los soldados llamado "el juego del rey". Forma parte del suelo de la Torre Antonia, lugar del Juicio, Flagelación y Coronación de espinas.

Aqui se inicia el VIA CRUCIS de Jerusalén, hasta llegar al Santo Sepulcro:







Al final de VIA CRUCIS, llegamos a la Puerta de la Muralla de Jerusalén que da al Jardin y al Calvario:

https://nuevosdescubrimientosents.blogspot.com/2019/07/la-puerta-del-juicio-y-el-ojo-de-la.html

https://nuevosdescubrimientosents.blogspot.com/2019/07/el-calvario-la-roca-y-el-agujero-dela.html

La Piedra de la Unción en el Santo Sepulcro (justo delante de entrada)

https://nuevosdescubrimientosents.blogspot.com/2019/07/la-tumba-de-jesus-y-la-de-jose-de.html

https://nuevosdescubrimientosents.blogspot.com/2019/07/la-piedra-original-donde-estuvo-el.html



















- Madrugada del Jueves al Viernes Santo

 Jesús está encarcelado en las mazmorras del Palacio de Caifás, fuera en el patio, Pedro niega conocer a Jesús y entonces cantó el gallo. Iglesia del "Galli Cantu" (cantó el gallo)














Marcos 14,66-72 "Estando Pedro abajo, en el patio, vino una de las criadas del sumo sacerdote; y cuando vio a Pedro que se calentaba, mirándole, dijo: Tú también estabas con Jesús el nazareno. Mas él negó, diciendo: No le conozco, ni sé lo que dices. Y salió a la entrada; y cantó el gallo. Y la criada, viéndole otra vez, comenzó a decir a los que estaban allí: Este es de ellos. Pero él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres galileo, y tu manera de hablar es semejante a la de ellos. Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis. Y el gallo cantó la segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba."

Seguramente el propósito de Pedro era observar el proceso sin que lo reconocieran, pero una criada se dio cuenta de que él era uno de los discípulos de Jesús y después de acusarle directamente, lo siguió por el patio del sumo sacerdote diciéndoselo también a todos los demás.
De repente, aquella mujer había puesto al apóstol en graves problemas. Las acusaciones le llovían por todos los lados. ¡Aquello era suficiente como para poner nervioso a cualquiera! Pedro se había acercado junto al fuego para calentarse, pero de pronto se dio cuenta de que se estaba quemando.
¿Cómo salir de esa situación en la que nunca debería haberse metido? Parece que en ese momento el terror se apoderó de él, y al verse encerrado cedió cobardemente ante las preguntas de aquella criada curiosa. Ahora vemos al valiente y arrojado Pedro, el del corazón amante y la voluntad presta, negando a su Maestro con juramentos, diciendo que no conocía a Jesús, e invocando todo tipo de maldiciones sobre sí mismo si no decía la verdad.
¿Dónde había quedado aquella fidelidad hasta la muerte que había prometido a Jesús y de la que alardeaba delante del resto de los apóstoles? En un momento se desmoronó y negó al Señor, sin que para ello fuera necesario un interrogatorio bajo las más crueles torturas, sino tan solo las preguntas de una criada.
Todo esto llevó a Pedro a descubrir que era mucho más débil de lo que se había imaginado. Y como decíamos, este triste incidente ha quedado recogido en las Escrituras para nuestra propia edificación. Porque nosotros también estamos inclinados a pensar que somos más fuertes de lo que realmente somos. No lo olvidemos; la naturaleza caída del hombre es así de débil aun en el mejor de los hombres, y nadie debe considerarse lo bastante fuerte como para pensar que está libre del peligro de caer (1 Co 10:12).




- Jueves Santo

Mapa de la Ciudad Vieja de Jerusalen con sus lugares emblemáticos

                           Vista del Monte Sion desde el Valle de la Gehenna. Jerusalén

                           La llamada Tumba de David, situada en la parte inferior del Cenáculo



El Cenáculo es el lugar de Jerusalén donde Jesús celebró con los apóstoles la Última Cena de su vida, antes de morir en la cruz. Es también el lugar donde se reunían los apóstoles después de la resurrección de Jesús y donde se encontraban durante el Pentecostés



Era una casa de Jerusalén que pertenecía a un amigo de Jesús, y disponía de una planta baja, supuestamente utilizada para las oraciones y una planta alta usada como comedor. 

                      Misa en el Cenáculo de Jerusalén celebrada por el Papa Francisco
El lavatorio de los pies. Pedro se resiste...

Al final accede...

"salió Jesús [del Cenáculo] con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró, y con él sus discípulos» (Jn 18,1).

«Entonces Jesús llega con ellos a un huerto llamado Getsemaní y dice a los discípulos: Quedaos aquí mientras voy allí a orar. Llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y abatimiento. Entonces les dice: Triste sobremanera está mi alma hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo. Se adelantó un poco y, postrado sobre su rostro, oraba diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este cáliz; más no se haga como yo quiero, sino como quieres tú. Y viene a los discípulos y los encuentra dormidos y dice a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está pronto, pero la carne es flaca» (Mt 26,36-41).

Acabada la Cena fueron hacia Getsemani, en el Monte de los Olivos, por el torrente Cedrón:
Las escaleras que comunican el Monte Sión (Cenáculo) con el Huerto de Getsemani:



Impresionan los olivos que se guardan como reliquias en el Huerto de Getsemaní. Su enorme grosor y el aspecto milenario que presentan no permiten dudar de su antigüedad. Especialistas en botánica les calculan hasta dos mil y más años. Pero, aunque fueran algunos menos, es importante observar que sólo un cuidado especial ha podido hacerles llegar hasta nosotros. En todo el contorno del monte d e los Olivos, y aun diríamos de Jerusalén, no conocemos ejemplares de olivos de aspecto tan añoso como los pocos que aquí se conservan. Están siendo, pues, testimonio de un interés permanente, no ajeno a la tradición cristiana del lugar. Y cuando ellos hayan muerto, ahí están sus retoños para perpetuar el recuerdo de Jesús y de la última noche de su vida mortal.
«Llegando al lugar les dijo: Orad, para que no entréis en tentación. Y él se alejó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba, diciendo: Padre, si quieres, haz que pase de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba. Y entrando en agonía, oraba más intensamente. Y su sudor se hizo como gotas de sangre que caían hasta el suelo. Levantándose de la oración, vino a los discípulos y los halló dormidos por la tristeza. Y les dijo: ¿Cómo es que estáis durmiendo? Levantaos y orad para que no entréis en tentación» (Lc 22,40-46).

                                    La roca de la agonia de Jesús en la Iglesia de Getsemani






El prendimiento de Jesús y la subida al Palacio de Caifás para ser juzgado de noche




EL Palacio de Caifas y la iglesia del "Galli Cantu"

En uno de los costados de la Iglesia del Galicanto, en el Monte Sión, se descubrieron unas ruinas que se cree son de la residencia del Sumo Sacerdote Caifás. 


En las ruinas se observa que la residencia era de una personalidad importante pues tenía depósitos, escalinatas, área de guardias, área de baños rituales.


Mateo 26,57: Los que tomaron preso a Jesús lo llevaron a casa del sumo sacerdote Caifás, donde se habían reunido los maestros de la Ley y las autoridades judías.
Juan 18, 14; Caifás era el que había dicho a los judíos: “Es mejor que muera un solo hombre por el pueblo.”

El pozo que conduce a la cárcel de Jesús en la noche del Jueves Santo

Por este agujero Jesús fue bajado al fondo de la cárcel-mazmorra

Una vez bajado al foso, los prisioneros quedaban encadenados al muro

Aqui pasó la noche del jueves-viernes en espera de ser llevado al pretorio de Pilato en la Torre Antonia