El Sudario de Turín —también
conocido como la Síndone, o la Sábana Santa — es una tela de lino que muestra la imagen de un hombre que presenta marcas
y traumas físicos propios de una crucifixión, el sudario es la tela que se colocó sobre el cuerpo
de Jesucristo en el momento de su entierro, y el rostro que aparece
es el suyo.
El sudario mide 436 cm ×
113 cm. Se custodia en Turín,
en la capilla de la
Sábana Santa —construida
expresamente para ese fin a finales del siglo XVII (1668-1694), la utilización
de nuevas tecnologías en el estudio del sudario comienza en 1898, cuando un
fotógrafo Secondo Pia, observó que en los negativos de las tomas que había
realizado se podía ver con más nitidez la imagen del cuerpo.
Cristo resucitó en Jerusalén. El
Evangelio de San Juan dice: “Se
inclinó (Juan) y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón
Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su
cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte”. Juan 20,5-8.
Hay entonces dos sudarios: el grande que cubría el cuerpo y otro
que se pondría sobre este y en el área de la cabeza. Este segundo se encuentra
según la tradición en la Catedral de Oviedo.
El santo sudario conservado en la catedral de Oviedo (España)
Pedro y Juan vieron “las vendas” cada
uno por su parte y fue parte de aquella primera experiencia de conocer la
verdad central de la salvación y de la historia. ¡Cristo ha resucitado!. Lo mas
probable es que hayan tomado esta reliquia con inmenso amor para mostrárselas a
los demás como la primera prueba de la resurrección. Desde entonces es lógico que se
guardase como la mayor reliquia de la cristiandad.
¿Quién es el hombre de la Sábana Santa? (Un sacerdote nos explica...)
https://www.youtube.com/watch?v=t9tQ_2AFugM&t=462s
La fotografía de la Sábana Santa en dos versiones: a la izquierda, en
positivo; y a la derecha, en negativo. Hay que tener en cuenta que, a
diferencia de una foto, la imagen en el sudario se trataría de la impresión
directa del cuerpo sobre la tela.
Somos
muchos los que consideramos la imagen en la Sábana Santa como un efecto de la
resurrección de Jesús, sugiriendo efectos seminaturales que pudieron haber sido
parte del proceso, hay que pensar en un hecho sobrenatural único para una imagen
única: la Resurrección de Jesús.
Ya
que no hay explicación científica al hecho de que la imagen sea tan detallada y
la intensidad guarde relación con la distancia, y que solo afecte a las
fibrillas superficiales individualmente. A todo esto hay que añadir la
existencia de todo el conjunto de datos que aporta la sábana que obligan a
pensar que el hombre de la sábana es Jesús: antigüedad, tipo de heridas, etc.
Se
ha sugerido que el sudario colapsó a través del cuerpo glorificado de Jesús o
de su deslocalización y que la imagen se pudiera haber formado por contacto
directo al caer la sábana, dando así una imagen de detalle, y que por ser
distinta la duración de este contacto en función de la distancia, habría una
intensidad variable. Quienes apoyan esta teoría señalan ciertas impresiones de
dientes y huesos al estilo de los rayos X
Un estudio dirigido por el médico Alfonso Sánchez Hermosilla, describió
en la imagen de la Síndone una herida penetrante (la lanzada) que le
atravesaría el hemitórax derecho, con entrada por el quinto espacio intercostal
y salida por el cuarto, próxima a la columna vertebral y la escápula derecha,
dejando marcas que los autores atribuyen a coágulos de sangre y de líquido
pleuro-pericárdico en la Sábana Santa.
-Mientras muchos hombres fueron crucificados, solo Jesucristo fue además
azotado, coronado con espinas y traspasado en el corazón con una lanza, tal
como muestra la imagen.
Científicamente
se ha podido comprobar:
* Expertos de la NASA en 1977,
utilizando un ordenador descubrieron que la imagen tiene propiedades
tridimensionales, que no pertenecen ni a las pinturas ni a las fotografías.
En 1978 la Iglesia permitió a un equipo
internacional de más de dos docenas de eminentes
científicos investigar el Lienzo. Los análisis fueron extensos, envolviendo
diversos métodos desde rayos x, microscopía hasta análisis químicos. He aquí algunos
de los resultados más sorprendentes:
*Los estudios del
tejido sitúa su procedencia en el área sirio-israelí en el siglo I.
*En 1978, el
biólogo y criminólogo suizo Max
Frei Sulzer del Centro Internacional de Sindonología,
tomó muestras del polvo del Sábana y pudo comprobar la existencia de polen de
flores de Tierra Santa.
*También se ha
encontrado áloe y mirra como la que utilizaban en el
medio oriente los judíos para preparar los cadáveres.
*Se han descubierto
rastros de flores por todo el cuerpo, identificando hasta 25 variedades,
que florecían en abril. Una de las plantas, sólo crece en un punto del mundo:
cerca de Jerusalén, como afirma sin dudar un experto botánico de la universidad
Hebrea.
*También se han
descubierto 58 tipos polen, identificando cada planta mediante
las técnicas avanzadas actuales. 28 de esos tipos de polen sólo existen en
Oriente Medio, indicando que la Sábana pasó una buena parte del tiempo allí. La
fagonia mollis, se observa cerca de la cabeza del hombre del lienzo. Esa planta
es conocida sobre todo por la gran cantidad de espinas que tiene. Todos estos
datos y más, indican que la Sábana procede del siglo I.
Avinoam Danin y Uri Baruch, investigadores de la Universidad
Hebrea de Jerusalén, informaron de la
presencia de granos de polen en
las muestras, pertenecientes a especies primaverales de la tierra de
Israel. Danin y Baruch también detectaron siluetas de distintas flores en
la tela. Basándose en las especies identificadas, han sugerido que deben
provenir del entorno de Jerusalén,
en los meses de marzo o abril. En el área frontal, la que correspondería a la
corona de espinas, hallaron vestigios de Gundelia tournefortii, que en el área de Jerusalén es exclusiva de este periodo
del año.
*Sobre los ojos hay
huellas de monedas acuñadas en el año 29 dC. bajo Poncio Pilato. Esto
corresponde a la costumbre de la época de Jesús de poner las monedas para
mantener los párpados cerrados. Fueron descubiertas en 1954 y en 1978
reconocidas en mayor detalle.
* Los análisis de
las huellas de sangre, hechos en el
1978 por Pierluigi Baima Bollone y otros, han indicado la presencia de
sangre humana, del tipo AB. Estudios del grupo STURP usó
espectroscopia, florescencia de rayos x y rayos ultravioletas, termografía y
radiografía y otros mecanismos sofisticados para comprobar la presencia de la
sangre.
* La sangre es de
un hombre que padeció una muerte traumática asegura el químico
Alan Adler quien además asegura que tanto los análisis químicos como la
florescencia amarillo-verdosa visible bajo luz fluorescente, indican la
presencia de flujos de sangre. Esta sustancia era desconocida hasta el siglo
XX, por lo que no puede ser la obra de un artista medieval. Adler piensa que la
imagen fue producida por algún proceso de radiación.
* El
mismo grupo de científicos de STURP, comprobaron la absoluta ausencia de
pigmentos, tintas u otros medios de pintura en la Sábana Santa.
*No hay imagen del cuerpo bajo las manchas de sangre. Por lo
tanto, la imagen se formó después de las manchas de sangre. La
imagen del cuerpo del Hombre de la Sábana no está hecha manualmente: no es una
pintura, ni una quemadura (las quemaduras existentes no son parte de la imagen
sino que fueron causadas por un incendio en 1532).
* Desde
el campo de la medicina: La imagen que aparece en negativo permite un minucioso
estudios anatómico y de las diferentes heridas que aparecen en le cuerpo.
*El primer cirujano que comprobó la absoluta exactitud anatómica
de esas heridas fue el profesor de Anatomía Comparada de la Sorbona, Yves
Delage, de la Academia de Ciencias de París. Este profesor era agnóstico, sin
embargo no le quedó la menor duda de que solo un hombre que hubiera padecido
los tormentos físicos de Jesús podría haber dejado tales huellas.
*Una multitud de médicos han podido confirmar los hallazgos del
Doctor Delage. Pierre Barbet (cirujano del Hospital de S. José de París),
Giovanni Judica Cordiglia (profesor de Medicina Legal de la universidad de
Milán), Dr. Roberto Bucklin (medico forense, patólogo del Hospital de los
Angeles, California), el Dr. Rudolf W: Hynek (de la Academia de medicina de
Praga)… todos coinciden en afirmar que
la representación de las heridas es anatómicamente perfecta y
con detalles desconocidos en la Edad Media.
*Por ejemplo, el halo de suero alrededor de las manchas de sangre -no
visible a simple vista; salpicaduras y sinuosidades de los regueros sanguíneos,
el hinchazón del abdomen -típico de la asfixia- etc…
* La
Sábana Santa revela datos desconocidos en tiempos medievales.
En el siglo XIV, la iconografía tenía un ínfimo desarrollo del realismo
anatómico. Además todas las imágenes de la época demuestran que se desconocían
los elementos históricos y arqueológicos sobre la flagelación y la crucifixión
según se hacía en el siglo I.
*Se ha podido demostrar que el Sábana Santa no sigue la
iconografía medieval sino que muestra estos elementos con
suma precisión tal como corresponden al tiempo de Cristo.
-Si aquí la lógica nos obliga a descartar las hipótesis de orden artificial
o natural, tendremos que aceptar algún tipo de intervención
sobrenatural. Aun en este caso, puede ser útil el intentar descubrir indicios
de cómo podría haber sido concretamente el proceso que dio lugar a las
características observables en el lienzo:
*La radiación sobrenatural del momento de la resurrección puede
ser la causa misteriosa de la impresión de la imagen del cuerpo en el lienzo. En
ese caso se trata de la verdadera imagen de Cristo en el momento preciso que su
cuerpo va a resucitar. Semejante radiación explicaría la dificultad de los científicos
en descubrir su origen, ya que se trata de algo sobrenatural.
*Dos catedráticos del Centro Español de Sindonología, hallaron
en la Sábana Santa de Turín huellas
de las vértebras del cuerpo que envolvía y que quedaron marcadas en la tela,
lo que confirmaría la teoría de que ocurrió una misteriosa explosión en el
momento de la resurrección.
*Y entramos en la física cuántica. Esa imagen es tridimensional,
inimaginable si fuera una falsificación.
*El cuerpo pasó de un medio a otro, dejando un retroceso de
partículas tras de sí, que marcaron la imagen de la sábana.
La Ciencia habla
Los datos científicos, históricos y arqueológicos que componen la exposición son tan rigurosos como fascinantes.
Por ejemplo, como explica para Aleteia el comisario de la exposición, Álvaro Santos, el cálculo atómico que certifica que el cuerpo humano que fue cubierto con la Síndone «desapareció» en 0’4 milésimas de segundos; pero dejando impresas en la tela «toda su información (sangre, forma, manchas, ADN…)» a través de «una radiación inexplicable que la mantiene inalterable».
O también todo el documentado recorrido histórico-geográfico que experimentó el lienzo; y que «es el origen de cómo se ha representado a Jesús a lo largo de la Historia».
Sin embargo, es la «figura hiperrealista» que se exhibe al final del recorrido de The Mystery Man (1’79 cm de altura, 75 kg de peso, cabellos humano real; y una aleación de látex y con silicona)