EL HOMBRE Y LA
MUJER ¿POR QUÉ DIOS CREÓ A DOS SERES DISTINTOS?
La Biblia
es una fuente sabiduría milenaria. Durante siglos ha planteado las preguntas
más profundas para el desarrollo y el crecimiento humano. Las relaciones interpersonales
de pareja, el vínculo emocional y espiritual que hay entre mujer y hombre es
una de ellas. En el Génesis se nos habla sobre la creación del hombre, la
creación de la mujer y las diferencias entre ambos. El siguiente artículo nos
explica la perspectiva de Rashi (*), el comentarista de la Torá más importante
de la Edad Media, sobre este tema.
En Génesis capítulo 1 se
narra la historia de Adán siendo creado por Dios. La historia cuenta cómo Dios
tras haber formado a Adán remarca “No es bueno que el hombre esté sólo; haré
para él una ayuda adecuada…” (Génesis 2:18). Esa ayuda es Eva.
Esta escena
evoca un sinnúmero de preguntas, por ejemplo: ¿Cuáles son las implicaciones de
esta historia para las relaciones futuras que existirían entre hombres y
mujeres?, ¿puede esta historia enseñarnos a relacionarnos con nuestra pareja?
Para
empezar, una vez que Dios declara que el hombre no debe estar solo empieza a
enseñarle a Adán todas las criaturas que han sido creadas en parejas y le pide
que les de nombre: “Y Dios formó de la tierra toda bestia del campo y todo
pájaro del cielo, y los llevó al hombre para ver como llamaría a cada uno… Y el
hombre asigno nombres a todo el ganado y los pájaros del cielo y cada bestia
del campo…” (Génesis 2:19-20)
La razón por la cual Adán
no tiene pareja a diferencia del resto de los animales es porque es
intrínsecamente incompatible con ellos, por la forma tan singular en que ha
sido creado. Específicamente, Dios hizo a Adán a “Su imagen y semejanza”
(Génesis 1:27), usó Sus propias “manos” y Su propio “aliento”. En comparación,
creó todas las demás cosas de forma radicalmente distinta, llevándolos a la
vida con medios indirectos, a través del mar y la tierra. Por ejemplo, en
Génesis 1:24 Dios dice “… que la tierra traiga toda alma viviente, cada una de
acuerdo a su especie: animal, cosa rastrera y bestia de la tierra cada una de
acuerdo a su especie.”
Así es que
único entre toda la gama de seres vivos, Adán, solo, refleja la imagen divina y
esto lo diferencia de todos los otros seres de la Creación. Su alma divina hace
a Adán una entidad espiritual, aunque esté contenido en un cuerpo físico. Al
ser la imagen de Dios en la tierra, Adán personifica el propósito mismo de la
Creación; transformar el mundo físico en un lugar que la Presencia Divina pueda
habitar. Para cumplir esa misión Adán debe mantener una relación con Dios y
promover Su autoridad entre las criaturas de la tierra y la humanidad. Sin
embargo, la relación entre Creador y criatura no es automática, sino que es la
responsabilidad de Adán iniciarla desde su propia voluntad y libre albedrío.
Como el
ayudante de Dios en la tierra, Adán es nombrado soberano “… sobre los peces del
mar, los pájaros del cielo, y sobre los animales, sobre toda la tierra y todos
los seres que se arrastran en ella.” (Génesis 1:26). Una parte de su misión es
el riesgo que corre de hacerse arrogante y creerse él mismo un dios. Rashi
comenta que siendo completamente autónomo en el jardín del Edén, Adán puede
llegar a creerse rey. De acuerdo con Rashi, Dios dice de esto “que no es bueno”
que el hombre esté solo. Porque como único habitante del Paraíso físico, Adán
puede formarse la idea de que es dueño de su gobierno en la misma forma que Dios
es dueño del Cielo.
Rashi agrega:
“¿por qué no es bueno que el hombre esté sólo?” “… para que no se piense que
hay dos autoridades: El Creador, es único en altos reinos, no tiene
igual ni pareja; y este otro, el hombre, es único en los reinos inferiores y
tampoco tiene pareja.”
El enunciado de
Rashi deja en claro que Adán necesita una pareja para recordarle el hecho de
que no es un dios, y que le evite considerarse a sí mismo tan completo como su
Creador. Dios crea a Eva con este propósito. De tal manera, que Adán y Eva
están conectados desde el inicio, la primera mujer tiene mucho en común con el
primer hombre, tanto así que la relación entre ambos puede ser un gran placer.
Sin embargo, Eva se distingue desde varios ángulos – desde lo físico, lo
emocional y lo espiritual. Le ofrece a Adán cosas que él jamás tendría sin
ella, y él hace lo mismo para con su pareja. Como un equipo, tanto Adán como
Eva necesitan lo que el otro ofrece. Nada es completo estando solo. Esta
interdependencia previene a ambos de cualquier noción de perfección y provoca
que Adán y Eva se esfuercen por conocerse y conectarse y junto traer la
Presencia Divina a la tierra, la perfección última y real, sólo pueden hacerlo
en conjunto.
El proceso a
través del cual esto sucede no está libre de retos y fracasos, como es obvio en
el suceso de la fruta prohibida. En principio, sin embargo, Dios diseña el
equipo formado entre hombre y mujer con un gran potencial para el éxito. Su
relación se sostiene en la división del trabajo y el compromiso conjunto hacia
una meta particular.
(*) Rashi está
considerado como el más
excelso comentarista de la Biblia y del Talmud, y como uno de los
más grandes eruditos y legisladores en materia de Halajá (Ley judía) así como un experto en
lengua hebrea. murió en 1105 en Troyes, Francia